"Pelo bueno, pelo malo" de Carmen L. Montañez, inscribe a la autora en el árbol genealógico de las grandes escritoras caribeñas como Olive Senior, Jamaica Kincaid y Mayra Santos-Febres. Las hablantes de esta novela, manifestadas a través de monólogos fragmentados, vienen a ser voces arquetípicas que se conjugan en la actante principal como si todas fueran una sola. Los cambios de perspectiva narrativa metaforizan la ambigüedad inherente en la hibridez caribeña. Pero mas allá de las tensiones que podrá connotar su título, esta novela es la historia de una mujer que, pese a sus inquietudes y sus miedos, asume las riendas de su vida.
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