Por Brunilde Palacios y Antonio José Guevara
Prensa Alternativa y Comunitaria EL NEGRERO
Prensa El Negrero es un espacio alternativo
y comunitario para el desarrollo de las poblaciones negras venezolanas y órgano
informativo y comunicacional de la Fundación Civil Edgar Zabala.
Creemos que en nuestro país, a pesar
de haber avances importante en lo social y en lo político, están todavía muy lejos de reconocer la
importancia que tiene la participación, como los aportes fundamentales que han
hecho las poblaciones que se caracterizan por poseer una piel oscura a la
construcción de la historia e identidad cultural venezolana, como parte del
gentilicio que lo conforma; en el que hay que comprender que las identidades
que conforman nuestros pueblos son el resultado de una amalgama de culturas, en
donde fueron aportados elementos de gran riqueza cultural e histórica, que ha
producido como resultado que el continente americano se convierta en mestizo,
es por ello que no solamente debemos respetarla, sino además, cultivarla,
porque nuestros pueblos son el resultado de esa fusión que nos lleva a entender que es importante,
como marco de la construcción de una cultura nacional, puesto que somos y hemos sido
siempre pueblos que en lo particular nos hemos convertido en creadores
históricos y estamos imbuidos por una creatividad inigualable, ya que poseemos
grandes cualidades en diversas disciplinas que nos llevan a reconocernos como diferentes, pero como parte de las culturales
nacionales.
A pesar que la
globalización ha servido como mecanismo para imponer la postura de la “Aldea
Única”, no hemos dado cuenta que ha
trabajado en diversas direcciones, permitiendo entrar en contacto y
reconocernos como miembros de un pueblo común con luchas similares y ello ha
permitido saber dónde estamos y podemos trabajar conjuntamente para alcanzarlas,
porque a pesar que hemos logrado avances (porque la comunicación y la tecnología nos han
permitido conocernos y reconocernos…,),
todavía es limitada nuestra vivificación, pero creemos que las poblaciones
negras en el mundo tenemos mucho trabajo y por ello dentro un mundo globalizado
y etnocéntrico, nos hemos dado cuenta que cada vez que los grande trust
mediáticos las toman en cuenta y se motivan a colocar esas manifestaciones en
los mismos niveles en que se reconocen las artes cultas, lo hacen con el
propósito de no darles la importancia que ameritan, llegándose al extremo
de calificarlas de Folklore (como una
forma de restarles valor), y es lo que nos lleva a comprender que tenemos que
hacer esfuerzos para que se nos reconozca como diferentes, aunque sabemos que
es una tarea pendiente que pasa por el respeto.
Por tales razones no nos podemos mantenernos
al margen de las discusiones que tienen que ver con nuestra identidad, a pesar que asumir tal postura promueve
encasillamientos, divisiones y rupturas, pero también un enriquecimiento
en la construcción de una visión diferente, en vista que seria mezquino, no
reconocer el aporte realizado por los negros y negras a la humanidad. Es
por ello que creemos que esta polémica es necesaria, para contrarrestar
los fundamentos que sirven de fuente al neocolonialismo, cuyo objetivo es la
profundización de las diferencias y de las divisiones ya existentes en
base al concepto de etnocentrismo, aculturacion y transculturización.
Por lo que a nosotros nos corresponde…, para nadie es un secreto que en el curso de los últimos 500 años, hemos sido nombrados y etiquetados con denominaciones y apelativos que los otros han escogido e impuesto, cuyo eufemismos (Negros y negra) ha traído como consecuencia oscurecernos como seres (humanos traídos como desarraigados del continente africano y esclavizados por los europeos en el continente americano), en el que tenemos que comprender que fuimos negados de llevar nuestros propios nombres, de establecer nuestras propias definiciones y de ser seres humanos portadores naturales de derechos y deberes, con las consecuencias históricas por demás conocidas, en donde en algunos de nuestros países, se establecieron sofisticadas listas que jerarquizaban a los descendientes de los negros americanos según tonalidades de piel y/o mezclas raciales[1]. Demostrándose que la llegada de los europeos al continente, demostró que ellos habían asimilados la manera como los africanos estaban estratificados…., además, aprendieron sus formas de comunicación, contacto con la naturaleza y formas de mistificarla. Previo a este nefasto acontecimiento, el continente africano estaba poblado por personas con diversas tonalidades de piel y agrupadas geográfica, cultural o étnicamente y cada una de esta cultura, con su propia definiciones a acerca de la vida, lo que demuestra que si sabían que representaba el color negro, cuyo apelativo utilizaron cuando entraron en contacto con los europeos, lo cual le sirvió como un eufemismo discriminador y fundamento para intercambiarlo por cualquier producto suntuario, en el que estaba muy presente la solidaridad mecánica y el poder ejercido por el jefe tribual, dado por el control que ejercía las formas elementales de la vida religiosas. A partir de entonces, la denominación negro o negra significó deshumanización, mercancía, desarraigo, esclavo y todo lo que implicó el proceso de la trata negrera, que conllevó a que perdieran su identidad original, al ser tratados como desarraigados por los africanos y esclavos en tierras americanas por los europeos, llevando tal actitud a la subsecuente marginalización de las poblaciones que perdieron su origen africano en el nuevo mundo para convertirse desde ese momento en americano para asumir para siempre su identidad y diferentes culturas[2].
Por lo que a nosotros nos corresponde…, para nadie es un secreto que en el curso de los últimos 500 años, hemos sido nombrados y etiquetados con denominaciones y apelativos que los otros han escogido e impuesto, cuyo eufemismos (Negros y negra) ha traído como consecuencia oscurecernos como seres (humanos traídos como desarraigados del continente africano y esclavizados por los europeos en el continente americano), en el que tenemos que comprender que fuimos negados de llevar nuestros propios nombres, de establecer nuestras propias definiciones y de ser seres humanos portadores naturales de derechos y deberes, con las consecuencias históricas por demás conocidas, en donde en algunos de nuestros países, se establecieron sofisticadas listas que jerarquizaban a los descendientes de los negros americanos según tonalidades de piel y/o mezclas raciales[1]. Demostrándose que la llegada de los europeos al continente, demostró que ellos habían asimilados la manera como los africanos estaban estratificados…., además, aprendieron sus formas de comunicación, contacto con la naturaleza y formas de mistificarla. Previo a este nefasto acontecimiento, el continente africano estaba poblado por personas con diversas tonalidades de piel y agrupadas geográfica, cultural o étnicamente y cada una de esta cultura, con su propia definiciones a acerca de la vida, lo que demuestra que si sabían que representaba el color negro, cuyo apelativo utilizaron cuando entraron en contacto con los europeos, lo cual le sirvió como un eufemismo discriminador y fundamento para intercambiarlo por cualquier producto suntuario, en el que estaba muy presente la solidaridad mecánica y el poder ejercido por el jefe tribual, dado por el control que ejercía las formas elementales de la vida religiosas. A partir de entonces, la denominación negro o negra significó deshumanización, mercancía, desarraigo, esclavo y todo lo que implicó el proceso de la trata negrera, que conllevó a que perdieran su identidad original, al ser tratados como desarraigados por los africanos y esclavos en tierras americanas por los europeos, llevando tal actitud a la subsecuente marginalización de las poblaciones que perdieron su origen africano en el nuevo mundo para convertirse desde ese momento en americano para asumir para siempre su identidad y diferentes culturas[2].
Las luchas de liberación
sostenidas por nuestros ancestros negros en América y las que seguimos
librando, nos otorgan el derecho de decidir la forma como queremos ser
reconocidos. Somos negro o negra, porque tal apelativo nos identifica y
porque fuimos entregados y abandonados a nuestra suerte en suelos americanos,
sin que los que nos entregaron tuvieran una preocupación, ni una pizca d
humanidad por lo que no estaban pasando y sufriendo, puesto que solamente los
que les interesaba, era no perder el intercambio como un mecanismo para seguir
usufructuando el derecho a obtener los productos suntuarios y donde lo que se
intercambiaba era vida humanas por bebidas, ropa sucia u otro objeto que
viniera a satisfazle al jefe tribual sus pretensiones y su goce en lo personal.
Por tales razones, el término del cual me apropie, ya ha sido resinificado, porque habla de una historia de opresión y de lucha de la que somos parte, debido a que nos define hoy como parte de una comunidad global. Y si queremos seguir llamándonos negro o negra, es nuestra prerrogativa…, porque para muchos autodefinirse con este apelativo, se ha constituido en un acto de afirmación política y está asociado no solamente con pertenencia étnica o cultural, sino que está revestido de una alta dosis de conciencia y activismo que cada día está madurando y se está haciendo sentir, porque a pesar que somos el 52 por ciento de la población venezolana, no estamos representado políticamente…, pero estamos luchando por nuestra vivificación, puesto que este ha sido el único gobierno que no has tomado en cuenta. Somos negros porque es lo que identifica y nos dio identidad y nacionalidad cuando no teníamos nada que nos identificara y fue el apelativo que nos dio el derecho a tener esa connotación, a ser tomando en cuenta por los otros estratos sociales y fue el que nos llevó poco a poco a ir ganando espacios en las diferentes naciones que integraron a la América, porque responde a los dictados de nuestra conciencia, a pesar que en el curso de los últimas centurias, hemos sido nombrados y etiquetados con denominaciones y apelativos que los otros han escogido e impuesto sobre nosotros, en el que fuimos negados de llevar nuestros propios nombres, de establecer nuestras propias definiciones y de ser seres humanos portadores naturales de derechos y deberes, con las consecuencias históricas por demás conocidas, porque los que nos impusieron tales prerrogativas discriminatorias y racista, sin darse cuenta, necesitaban de un eufemismo para identifícanos y nómbranos como parte de su entorno que implicaba poseer a seres humanos como una propiedad.
Por tales razones, el término del cual me apropie, ya ha sido resinificado, porque habla de una historia de opresión y de lucha de la que somos parte, debido a que nos define hoy como parte de una comunidad global. Y si queremos seguir llamándonos negro o negra, es nuestra prerrogativa…, porque para muchos autodefinirse con este apelativo, se ha constituido en un acto de afirmación política y está asociado no solamente con pertenencia étnica o cultural, sino que está revestido de una alta dosis de conciencia y activismo que cada día está madurando y se está haciendo sentir, porque a pesar que somos el 52 por ciento de la población venezolana, no estamos representado políticamente…, pero estamos luchando por nuestra vivificación, puesto que este ha sido el único gobierno que no has tomado en cuenta. Somos negros porque es lo que identifica y nos dio identidad y nacionalidad cuando no teníamos nada que nos identificara y fue el apelativo que nos dio el derecho a tener esa connotación, a ser tomando en cuenta por los otros estratos sociales y fue el que nos llevó poco a poco a ir ganando espacios en las diferentes naciones que integraron a la América, porque responde a los dictados de nuestra conciencia, a pesar que en el curso de los últimas centurias, hemos sido nombrados y etiquetados con denominaciones y apelativos que los otros han escogido e impuesto sobre nosotros, en el que fuimos negados de llevar nuestros propios nombres, de establecer nuestras propias definiciones y de ser seres humanos portadores naturales de derechos y deberes, con las consecuencias históricas por demás conocidas, porque los que nos impusieron tales prerrogativas discriminatorias y racista, sin darse cuenta, necesitaban de un eufemismo para identifícanos y nómbranos como parte de su entorno que implicaba poseer a seres humanos como una propiedad.
Somos negros y negras porque este término es el producto
de la concertación y porque nos da la oportunidad de pertenecer y tener una
identidad diferente a la de los africanos y europeos. Porque los seres
humanos necesitamos tener nacionalidad y ciudadanía, algo que nos identifique
que somos seres humanos inteligentes que nos diferenciamos de la barbaridad que
cometieron los africanos, en el que se tiene que tomar en cuenta el aporte
hecho a la cultura americana. Por ello necesitamos ser parte de algo mucho
mayor para sentirnos de alguna forma validados. Porque la mayoría de nosotros
crecimos sin una tierra que nos identificara, sin antecedentes, que es como
crecer sin nada, sin raíces y sin referentes y lo peor del caso, sin espacio
para desarrollar nuestros idiomas originales. Porque cuando yo crecía nunca me
reconocieron como seres humanos y ahora que me vez como humano y tengo
identidad, puedo contar una historia asociada a un gran continente que se llama
América y ¿Cómo fue que logramos ciudadanía y nacionalidad?. Porque ahora sé de
dónde vengo y entiendo que mi historia tiene un valor que quiero transmitir y
propagar, porque se ha convertido en un patrimonio para ser heredado y no
queremos que otros grupos humanos pasen por ella. Porque nos sentimos orgullosos de representar esa legado
maravilloso que hicimos con esfuerzos, gallardía y valentía. Porque queremos
ser parte de cualquier término que nos defina como militante por la igualdad,
por el respeto a la diversidad, por igualdad de oportunidades,
por la lucha por los derechos básicos de todos los seres humanos
que implique ser lo que nosotros queremos ser.
Por lo tanto, somos partidarios
de cualquier término que nos defina en el marco de una hermandad Universal, que
nos convoque a abrazar esa comunidad ancestral americana que implica el
reconocimiento a la cultura negra americana y nos invite a caminar juntos hacia
los objetivos de libertad, de participación e igualdad plena. Para
nosotros, el término negra o negro, nos identifican, porque nos dio a
comprender que éramos seres de carne y hueso que sentíamos y que estábamos
alejados de ser animales calificados solamente para desarrollar el trabajo duro,
puerto que tal eufemismo nos reivindica, nos dio identidad cuando no la
teníamos, nos dio un nombre, nos hizo sentir que éramos vida para que ahora nos
vengan a decir que lo negro solamente es color y no es una identidad y no se
den cuenta, que ella fue construida en América por nosotros.
En nuestra opinión, no debemos
perder el norte y dejar que otros se lucren de esta discusión.
Enfoquémonos en lo que es realmente importante, busquemos puntos de encuentro y
construyamos a partir de ellos, porque hay quienes usufructúan de esta polémica
y no son necesariamente quienes se alegran de ver mejorar las condiciones de
los negros o negras, por el contrario, son ellos mismos, quienes de una u
otra forma se han encargado de atizar y colocar obstáculos en detrimento
de nuestras luchas y por ello no les hagamos el juego. Nuestras
comunidades están sedientas de cuestiones que edifiquen y que aporten al
mejoramiento de sus condiciones de existencia, y es en esa dirección es que
tenemos que dirigir nuestras discusiones, porque nuestra invisibilización social del negro como ser
humano es una problemática para los que la experimentan y para aquellos que
prefieren obviar el aporte sociocultural de estos (caso de los afro
descendientes en Venezuela)..., en el que tenemos que comprender que nuestra
cultura es diferente de las quienes plantean en Venezuela que son descendientes
de africanos o afro descendientes y por otro lado, porque han dejando de ser de
particulares para ir a conformar las culturas nacionales, en el que los desarraigados
africanos (negros y negras), tuvieron una gran influencia y pasaron a conformar
parte de la idiosincrasia de las nuevas naciones que se estaban creando en el
nuevo mundo y que Europa consideraba sus periferias o patio trasero y en el que
no podemos hablar de apropiación, sino de asimilación cultural o de de
encuentro cultura que incentivó una lucha cultural por el control de sentido y
la significación que lleva distintos bloques sociales con mira a construir un
bloque histórico bajo su conducción hegemónica y cuyo escenario es el
imaginario colectivo que se caracteriza por poseer una piel negra dentro de las
sociedades concretas, donde se desenvuelven los diferentes sujetos sociales y
que trajo una aceptación cultural impuesta que contrarrestaba la imposición
aculturadora del sentido de un sujeto social sobre otro sujeto social,
utilizando su mayor poder de fuego simbólico sobre los principales mecanismos
generadores de insumos. Es por ello que la lucha y el trabajo deben de empezar
en el hogar, enseñando e inculcando a nuestros niños/niña lo hermoso y mágico
que es ser negro o negra para qué puedan comprender ¿Por qué la historia del
mundo es impregnada en base a nuestro color piel?, y ¿Por qué es maravilloso ser
parte de un grupo cultural en donde sobreabunda un mundo lleno de matices que
tienen que ver con las diferentes culturas que se formaron después que Haití hizo
la Primera Revolución de los negros y negra en el mundo, ante de la Revolución
Industrial?
[1] Era de acuerdo a la posición que ocuparan en esa escala, que
eran sujetos de determinados favores particulares, puesto que los negros
no gozaban de ningún derecho.
[2] El término negro entonces conllevó una profunda carga
ideológica negativa que fue colocada sobre las espaldas de esta población
y que fue sustentada con argumentos seudocientíficos, leyes
diversas y mantenidas por siglos.
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