sábado, 23 de junio de 2012

AfroPuertorriqueños: Ernesto Ramos Antonini






ERNESTO RAMOS ANTONINI, abogado y político. Su voz estremece constantemente la conciencia del pueblo de Puerto Rico. Resuena como anatema fulminante contra todo lo que amenace a la justicia y al progreso alcanzado. Condena atropellos y ofrece remedios.

Nace en Mayagüez el 24 de abril de 1898. En la Universidad de Puerto Rico se gradúa de Bachiller en Derecho con calificaciones de sobresaliente. Pronto revalida sus títulos de abogado y notario
Pero como si no fueran pocos los inconvenientes secuela de su estrechez económica también tuvo que vencer, a brazo partido y a golpe de corazón, los prejuicios sociales y la discriminación de que fue víctima. Eran aquellos tiempos en que podían contarse con los dedos de una mano y sobraban dedos, los estudiantes de familias humildes, y mucho menos si eran "de color", que optaban por seguir estudios de profesiones superiores. Ernesto Ramos Antonini fue uno de aquellos pocos que se podían contar con los dedos de la mano.

Pronto el licenciado Ramos Antonini se distingue como abogado criminalista. También se destaca en las lides políticas del país. En el 1932 es elegido para ocupar, por primera vez, un escaño en la Cámara de Representantes y es designado dirigente de la Minoría Liberal. En la Legislatura sobre sale sin mayores esfuerzos como orador elocuente y polemista incisivo. En ese año aparece en el ámbito parlamentario de Puerto Rico otra personalidad brillante y joven que desde el Senado comparte con Ramos Antonini en las contiendas partidista y en los debates legislativos. Aquel joven de entonces era el senador Luis Muñoz Marín, quien con el tiempo vino a ser el primer Gobernador electo de Puerto Rico. Entre uno y otro se inicia una gran amistad y un fuerte compañerismo político y patriótico.

Ramos Antonini asume también posiciones de vanguardia en las contiendas obreras del país. Su objetivo primordial es el de lograr que todas las organizaciones de trabajadores formen una sola fuerza para así luchar juntas y con mayores probabilidades de éxito por la justicia proletaria. Como abogado, representa a los obreros en litigios judiciales y logra a favor de la masa obrera decisiones que significan sumas cuantiosas para los trabajadores.

En 1938, junto a don Luis Muñoz Marín y otros grandes líderes políticos del país emprenden la difícil misión de fundar una nueva colectividad política que responda a sus ideales democráticos y de justicia social. Con el lema de "Pan, Tierra y Libertad" queda organizado el Partido Popular Democrático, el cual en su primera prueba electoral derrota, aunque por escasa mayoría, a los viejos partidos históricos del país. Ramos ya no es más el Dirigente de la Minoría de la Cámara de Representantes. Ahora es el Portavoz de la Mayoría.

En 1945 es designado Vicepresidente del alto cuerpo. Para el 1948 es elevado a la Presidencia de la Cámara. Posición que ha de ocupar, en virtud de reelecciones sucesivas, hasta el final de sus días. Al ocupar la Presidencia Cameral el insigne jurista hace una nueva contribución al prestigio del alto cargo: Renuncia a la práctica de lo criminal en los tribunales de justicia. Esa dimisión deja establecido "un precedente moral que ya nadie podrá violar".

Desde la Cámara respalda con tesón y con sabiduría todo el programa político y social de su Partido. Su actividad en tal sentido es continua, incesante, incansable. Día a día se le ocurren nuevas ideas y las concreta en ambiciosos proyectos. Por ejemplo:
Su obra fecunda incluyó la creación del Instituto de Relaciones del Trabajo en la Universidad, para la enseñanza y capacitación de los dirigentes obreros. Interviene en la aprobación de la Ley que prohíbe los interdictos judiciales contra las uniones laborales. Es autor de la medida que facilita la adquisición de zapatos para los niños que asistan descalzos a las escuelas públicas. También es el autor de la Ley que provee para que los campesinos pobres puedan comprar ganado lechero y pagarlo a plazos cómodos. Crea las Escuelas Libres de Música, el Conservatorio y las Estaciones Educativas de Radio y Televisión. Mediante un Proyecto de Ley suyo se funda el Banco Obrero de Puerto Rico.

Su voz estremece constantemente la conciencia del pueblo de Puerto Rico. Resuena como anatema fulminante contra todo lo que amenace a la justicia y al progreso alcanzado. Condena atropellos y ofrece remedios. A medida que se agiganta su personalidad patriótica se advierte como su extraordinaria obra social crece. Oye la canción clamorosa de los aplausos que le prodigan los que sufren injusticias, pero también siente el ataque artero de los que usufructúan indebidos privilegios. Información por José A. Alcaide




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